Charles Dickens y su aporte a la Medicina: en el bicentenario de su nacimiento.

Autores/as

  • Marcelo Miranda C Departamento Neurología , Clinica Las Condes. Santiago

Resumen

Charles  Dickens   (1812-1870) (Figura 1)   es  uno de los escritores ingleses  más importantes de la historia. Prolífico  novelista   y creador de personajes inolvidables  (Oliver Twist, David Copperfield, etc), se caracterizó por un  agudo poder de observación sumado  a una  capacidad sobresaliente  para  transcribir lúcidamente  estas  descripciones  en sus  escritos. No en vano,  una   editorial aparecida  en el British Medical Journal en relación a su muerte, en 1870, expresó: “los médicos podemos  decir: qué  útil sería para la medicina tener una persona así, con tal poder de observación y  capacidad descriptiva,  y que entregara  estas  habilidades  al arte de  la medicina”(2). Otros  autores han dicho  que si Dickens   no hubiera  sido escritor, podría haber sido un gran actor, un gran predicador, un gran político  e  incluso  un gran médico (3,4).

    Las descripciones  de  Dickens, quién no tuvo  ninguna formación médica,   son muy vívidas y detallistas, lo  que permite descubrir en varias de  sus novelas  condiciones médicas   que hasta ese   entonces  no tenían   un diagnóstico como tales. Destacan   descripciones en el ámbito de   la Medicina Interna, Neurología, Psiquiatría, Otorrinolaringología y  Genética, entre  otras  especialidades (3-6). Dickens  sentía una especial  afinidad  por lo bizarro, también por lo que podría  aparecer  a veces  grotesco  e incluso   horripilante  a una  persona no instruída. En  el periodo  victoriano, era común encontrar en la calle pacientes  muy discapacitados  en lo físico y mental, debido a  la precariedad de  los sistemas de salud de la época  y que Dickens  ayudó a  cambiar. Dickens  incluyó estas  observaciones  para lograr  más  realidad en sus relatos. Igualmente, obtuvo información de muchos médicos por haber estado  aquejado de diversas   patologías  (gota,  crisis  isquémicas  cerebrales, etc),   incluyendo a  50  médicos en su  producción literaria (5). Muy crítico de la  profesión médica, se burlaba de su ignorancia: en al menos dos obras puso en boca  de  sus personajes la frase “los médicos  son en vano” (3.5). En esta   nota se mencionan sólo  algunas  de  las tantas caracterizaciones  médicas  de  Dickens.

La descripción médica  más   conocida  de Dickens  se da  en “ Los  papeles póstumos  del Club Pickwick” (1837). En esta novela,  el personaje  Joe -el “niño  gordo”- ….  padecía claramente  apneas del sueño e   hipersomnia  asociadas a su  obesidad, lo que  fue llamado  después  “síndrome  de Pickwick”. Dickens  describió:  ¨Joe, el niño gordo,  fluctuaba  entre períodos de gran somnolencia  y otros en que despertaba sólo  para comer  con gran gula”.        (3).   

    Sabemos que en la actualidad este cuadro representa  el síndrome  de apnea obstructiva del sueño (SAOS), que ha tomado gran relevancia  por su asociación a  morbilidad cardiovascular, metabólica y neurológica. 

Poco  conocida  es su descripción de la parálisis supranuclear progresiva (PSP), que es  una forma  muy agresiva   de Parkinson  (5). La descripción de Dickens es   muy   anterior a la definición de Steele, Richardson y Olszewski, realizada en 1964.  Dickens  junto a  su amigo   Wilkie Collins escribieron   “El perezoso viaje de dos aprendices holgazanes” (1857). El narrador describe a un anciano en un bar, con los ojos inmóviles, fijos,  con una marcada  retracción de los párpados, como si estuvieran clavados en la frente, un volumen de voz muy bajo,   movimientos lentos, lo que sugiere bradicinesia, y una forma  muy insegura de sentarse y caminar, que pueden expresar la inestabilidad postural propia de la PSP.

Dickens  también describió la distonía, que son movimientos  tipo  torsión de segmentos  del cuerpo. Así describió la forma común de  distonía, que es  la tortícolis,  en la figura de Jeremías Flintwinch en “La Pequeña Dorrit” (1855-1857) (5) (Figura  1b).

   El intrigante Uriah Heep, en “David Copperfield” (1849-1850), exhibía con frecuencia movimientos de torsión del cuello  y del tronco  que se producían  sobre todo cuando expresaba entusiasmo. Aunque no es posible definir retrospectivamente una  entidad clínica, puede plantearse una distonía  generalizada o corea. Dickens,  en forma quizás un poco peyorativa,  quiso resaltar estas extrañas  manifestaciones   para  reflejar  el carácter rayano  en la maldad  de  Uriah.  Así, Dickens  lo hace aparecer  como un individuo que hasta se mueve  como una serpiente mortífera (5). 

    El cobrador de deudas -el Sr. Pancks- en “La pequeña  Dorrit”, era un joven muy inquieto, producía con frecuencia vocalizaciones inapropiadas, que consistían  en una voz inusualmente aguda   o la  emisión imprevista de gritos, pero también  soplidos o carraspeos  constantes. Muy notoria era  en este personaje la  obsesividad, reflejada por su escritura  constante en un cuaderno, o su diligencia en la recolección de información acerca de los antecedentes de  Dorrit. Se puede suponer que Dickens está describiendo el síndrome de Tourette 30 años antes de que lo definiera Gilles de la Tourette (5). Éste consiste en la presencia de tics  motores, como frecuentes pestañeos, muecas faciales, encogimiento de hombros, asociado a vocalizaciones diversas.

En la familia  Smallweed,  de “La  Casa Desolada”  (1852-1853) , Dickens describió una rara   condición hereditaria   en que los miembros  son de baja estatura, cognitivamente sanos pero  envejecen   prematuramente, lo que ha sugerido el diagnóstico de Progeria  (6).

Las diversas formas  de epilepsia  no estuvieron ajenas a  los personajes de Dickens, incluso el status  epilepticus. En “La   Casa  Desolada”  describió en el personaje  Guster, al servicio de  los  Snagsby.. “nunca  se pasaba una noche tranquila en esa casa , ya que Guster   todas  las   noches presenta convulsiones   a veces una  tras  otra  sin recuperarse  cuando venía  la siguiente”…  (4).

Además de estos aportes médicos de Dickens,  a través de su obra   se  evidencia una gran crítica a las  inequidades   sociales en Inglaterra. Dickens  apoyó los hospitales y refugios para  los  más desposeídos, especialmente los niños. Sin duda  que, además de  sus  aportes  como  escritor,  vemos  que influyó en los cambios  sociales  en  Inglaterra  en el siglo XIX, que  hicieron  de ese  país  un  mejor  lugar  para  vivir, para los más  desvalidos de la    sociedad  victoriana.

Dickens  falleció   a los 58 años, de una  hemorragia  cerebral. Se encuentra enterrado  en la Abadía de Westminster, en Londres, en el Rincón de   los Poetas.

Dickens  nos dejó  un  extraordinario legado   literario,  con fascinantes   personajes, pero además nos mostró que  el Arte  puede  beneficiarse mucho  de la  Medicina.

 

Biografía del autor/a

Marcelo Miranda C, Departamento Neurología , Clinica Las Condes. Santiago

Email: marcelomirandac@gmail.com Fono 6104608

Publicado

2012-05-25

Cómo citar

Miranda C, M. (2012). Charles Dickens y su aporte a la Medicina: en el bicentenario de su nacimiento. Revista Médica De Chile, 140(6). Recuperado a partir de https://revistamedicadechile.cl/index.php/rmedica/article/view/2092

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