Edvard Munch, El grito y la atmósfera

Autores/as

  • Pablo Young Canesa Hospital Británico,Argentina
  • Bárbara C. Finn Hospital Británico,Argentina

Palabras clave:

Affective disorders, psychotic, Edvard Munch, creativity

Resumen

Sr. Editor: Hemos leído con gran interés el excelente trabajo de Marcelo Miranda y col1. Los autores mencionan una frase de Edvard Munch (1863-1944) que dice “Pintar es lo que el cerebro percibe a través del filtro de los ojos”, lo que lo hace creador de un estilo propio: el expresionismo. Todo esto es correcto y el mismo Munch dijo que pinta lo que ve y lo que recuerda que vio y, en el año 1881, registró en su diario la concepción de su más famosa obra, “El grito”, donde escribió “Estaba caminando con 2 amigos. Luego el sol se puso, el cielo bruscamente se tornó color sangre, y sentí algo como el toque de la melancolía. Permanecí quieto, apoyado en una baranda, mortalmente cansado. Sobre el fiordo azul oscuro y de la ciudad, colgaban nubes rojas como sangre. Mis amigos se fueron y yo otra vez me detuve, asustado con una herida abierta en el pecho. Un gran grito atravesó la naturaleza”1. Miranda et al mencionan que Gerard de Nerval (1808-1855), hizo una descripción similar en una de sus crisis maniacas y tanto ellos como otros citados en dicho opúsculo, proponen que Munch estaba cursando la fase maníaca de un cuadro bipolar1. Munch describe un atardecer, esos tonos amarillos, anaranjados y rojizos de dichos atardeceres se deben a la presencia de partículas suspendidas en la mezcla de gases que constituyen nuestra atmósfera. Cuando la luz incide sobre los átomos y moléculas que hay en la atmósfera, ocasiona que los electrones comiencen a vibrar con una frecuencia cuyo valor depende del tamaño de la partícula sobre la que está incidiendo el haz de luz. La luz es una onda electromagnética en la que, del espectro visible, el violeta y el azul son los colores de frecuencias más altas (o, en otros términos, de longitudes de onda más bajas). Cuando el cielo se ve “limpio” o azul, indica la presencia de moléculas de nitrógeno y oxígeno en nuestra atmósfera que dispersan en alta frecuencia, sin la presencia de otras partículas o aerosoles. Por el otro lado del espectro visible, tenemos que el amarillo, el naranja y el rojo –de frecuencias más bajas y longitudes de onda más altas- se transmiten casi sin dispersión alguna, con una excepción muy importante, que se produce cuando la columna de aire que debe atravesar la luz para llegar a la superficie terrestre es de mayor espesor, y esto ocurre durante la puesta del sol o cuando se hallan suspendida en la atmósfera otras partículas que permiten la dispersión de la luz con esas frecuencias......

Biografía del autor/a

Pablo Young Canesa, Hospital Británico,Argentina

Servicio de Clínica Médica, Médico de Planta.

Bárbara C. Finn, Hospital Británico,Argentina

Servicio de Clínica Médica, Médico de Planta.

Publicado

2014-01-15

Cómo citar

Young Canesa, P., & Finn, B. C. (2014). Edvard Munch, El grito y la atmósfera. Revista Médica De Chile, 142(1). Recuperado a partir de https://revistamedicadechile.cl/index.php/rmedica/article/view/3083

Número

Sección

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