Sociedades Científicas: formación y certificación de especialistas
Resumen
Sr. Editor: Las Sociedades Científicas de Medicina han sido importantes en el desarrollo, perfeccionamiento y protección de las especialidades médicas en Chile. Una inquietud permanente de estas ha sido la calidad de la formación y la certificación de los médicos que ejercen una determinada especialidad, única forma de garantizar la seguridad y la calidad de la atención a los pacientes. En este sentido, las Sociedades Científicas han anhelado una “Ley de especialidades médicas”, que les permita participar en la formación de especialistas, como sucede en otros países (1, 2); anhelo que comparte plenamente la Sociedad de Anestesiología de Chile (SACH).
La promulgación de la “Ley de aseguramiento de la calidad de la educación superior” (3) y del “Reglamento de certificación de especialidades y subespecialidades de los prestadores individuales de salud y de las entidades que las otorgan” (4) han modificado el panorama existente, ofreciendo a las Sociedades Científicas la posibilidad de colaborar en los procesos de formación y certificación de especialistas.
La Agencia de Acreditación de Programas y Centros de Formación (APICE), es la entidad existente que, desde el año 2009, trabaja en la evaluación y acreditación de Programas de Postítulo en Medicina, conforme a la normativa vigente (5). APICE ha establecido programas de formación para cada especialidad y en esto, ha solicitado la opinión y la participación a las respectivas Sociedades Científicas.
Por otra parte, el Decreto Supremo 57 (4) permite a las Sociedades Científicas participar en el proceso de certificación de especialistas, a través de un trabajo conjunto con el Ministerio de Salud (MINSAL). Los artículos transitorios de este Decreto, si bien controvertidos, permiten tener un representante en el Grupo Técnico Asesor de cada Servicio de Salud, entidad encargada de la emisión de la “Constancia de desempeño de Funciones como Especialista o Subespecialista”. Además, un Grupo Técnico Asesor Nacional del MINSAL ha trabajado en las definiciones, requisitos y competencias de cada especialidad, por las cuales se deberán regir las entidades certificadoras de especialistas.
La anestesiología es aún una especialidad en falencia en muchos lugares de país (6). Por los riesgos que involucra su práctica, hemos sido enfáticos ante las entidades pertinentes que esta especialidad se debe enseñar en forma rigurosa y solo en Instituciones acreditadas para ello. La promulgación de esta “Ley de especialidades médicas” (3, 4) abre una oportunidad para el apropiado desarrollo de nuestra especialidad en un marco de alta excelencia. La SACH, conciente de su responsabilidad, está participando en todas las instancias de discusión sobre formación y certificación de especialistas, elaborando las bases de un programa de formación de la especialidad, nominando pares acreditadores de la mayor excelencia ante APICE y designando representantes para trabajar con el MINSAL y con los Servicios de Salud.
Hoy, año 2010, el panorama de las especialidades médicas en Chile se ha modificado. Existen leyes, reglamentos y organismos que permitirán regular la formación y certificación de especialistas, de manera de garantizar la calidad y la seguridad de las prestaciones de salud.
Las Sociedades Científicas de Medicina tenemos hoy una oportunidad de participación que no debemos desperdiciar.
